Texto: Enrique Sevilla / Fotos: Javier Martínez
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La evolución de las bicicletas ‘aero’, nos lleva a que cada vez estén mejor adaptadas para rodar en cualquier terreno. Con la Lapierre Aircode, en la marca francesa han sabido evolucionarla a una bicicleta más “todo uso” que su predecesora. Ir rápido por el llano y que cualquier subida no suponga poner a fuego nuestras piernas.
Manejo y agilidad en bajadas. Buen precio, no hay más que consultar opciones similares en otras marcas con Dura-Ace Di2, ruedas Mavic Cosmic Carbon, Zipp Aero para el manillar y potencia…
Algo sosa en su decoración (aunque están las opciones Pinot y FDJ). No es fácil montarle acoples aero al manillar.
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Primeras pedaladas: Lapierre New Xelius SL
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Desde que empezó la separación entre las bicicletas escaladoras y las ‘aero’, Lapierre tuvo clara su apuesta por este segmento. Supo responder al mercado con una bicicleta de perfil aerodinámico muy avanzada y con toda la innovación del momento. La entrada de los grupos electrónicos enseguida hizo que todas las marcas tuvieran que evolucionar sus modelos y actualizarlos con los últimos avances.
El patrocinio desde hace varios años de un equipo UCI World Tour, primero bajo el nombre de La Française des Jeux y FDJ y desde este año Groupama-FDJ, ha resultado ser imprescindible para evolucionar el modelo Aircode. La experiencia y conocimiento de sus corredores hacen que esta nueva versión sea aún más efectiva.
Tengo en mis manos la Lapierre Aircode SL900 Ultimate, el modelo tope de gama de la casa francesa, a la que puedo someter a un test muy completo. Casi cinco semanas por todo tipo de terreno y climatología, con puertos pirenaicos y muchos kilómetros de llanos con todo tipo de vendavales que se añaden a mis recorridos habituales.
Mi modelo concreto es una talla M con una decoración en gris oscuro y negro, un diseño muy sobrio con un pequeño logo de Lapierre en la parte baja del tubo inferior del cuadro en amarillo flúor. Lo que importa es que el montaje es, totalmente, tope de gama, con el nuevo Shimano DuraAce Di2 R9150, ruedas Mavic Cosmic Pro Carbon SL y manillar Zipp Carbon Aero SL70. Como diría el padre de un amigo mío: “Naaaa…. Bicicletitas”.
Enseguida la adapto a mi medida, para lo que tengo que hacer algo que es habitual en las bicicletas que me toca probar, pasar los espaciadores del tubo de la dirección de la parte inferior a la superior de la potencia (para no cortar el tubo, que estas bicis luego vuelven a las marcas) y así poder bajar un poco mi posición sobre el manillar y que sea más agresiva y aerodinámica.
Me gusta buscar la posición más purista de las bicis ‘aero’. Este cuadro tiene una geometría baja de tubo de dirección, unos escasos 14 cm y un tubo superior con un ligero slooping hacia la nueva tija de sillín. La distancia entre ejes se queda en 980 mm y, puede que sea un efecto visual, pero no es tan larga como parece. El secreto está en la forma del tubo del sillín. Que hace un ligero retroceso abrazando la rueda trasera.
La forma de los tubos es muy específica. Por ejemplo, la rueda trasera es abrazada por el tubo con un diseño denominando Kamm Tail que la oculta, por completo, del choque directo con el aire. El pedalier y las vainas cuentan con el diseño PowerBox de gran tamaño y con una apertura TrapDoor desde la que poder acceder directamente a la batería del Di2. La horquilla también tiene un diseño más aligerado y con anclaje Direct Mount para el freno, lo que le otorga más potencia y eficacia. La dirección es cónica integrada de 1 ¼ y 1 1/8”.
La tija del sillín también recibe cambios, modificando y ocultando bajo una abrazadera de goma la cuña del cierre y teniendo una forma más plana. Además, incluye una inserción de elastómero que nos da cierto confort en la marcha. No obstante, también hay disponible una tija recta (sin retroceso) y sin elastómero para los amantes del triatlón que busquen una posición más agresiva y aerodinámica todavía.
En general, de la anterior Aircode se puede decir que sólo han quedado las pegatinas. La nueva ha marcado en la báscula 6.890 gramos. Le monto los pedales y salgo a rodar.
En acción con la Lapierre Aircode SL 900 Ultimate
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Tija sin retroceso para la Lapierre Aircode SL
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La llegada del buen tiempo hace que se puedan echar más horas sobre la bici y poder afinar más en los test. En teoría el hábitat de la Aircode son los terrenos llanos, pero gracias a su evolución hemos podido comprobar que se puede sacar de su hábitat. Incluso hacer una Gran Fondo como la Quebrantahuesos es del todo factible y no va a suponer ningún problema.
Rodar por llano agarrado al parte de baja del manillar te coloca en una posición agresiva en la que, como entres al trapo, cuando te quieres dar cuenta estás rodando a un ritmo bastante alto.
En los largos puertos el desarrollo montado de serie resulta ideal: platos 52/36 y un cassette 11-28, una configuración con la que se puede rodar rápido pero que, también, te permite enfrentarte a rampas duras. Los 405mm de tamaño de vainas hacen que las aceleraciones en repechos sean instantáneas. Por momentos se hacen adictivas, subes con el cuchillo en la boca, esperando que cualquiera de la grupeta mueva el avispero y empiece la batalla. Aunque una vez recibidos los picotazos, si no te quedan fuerzas, un 36-28 será tu salvavidas para el resto de la subida.
Coronas el puerto, te subes la cremallera del maillot, te refrescas y comienza la bajada. Las ruedas Mavic Cosmic con la pista de carbono no son santo de mi devoción, pero he de decir que en ningún momento pasé apuros por falta de potencia o control en la frenada. El típico calentón de la llanta, con el consecuente destalonamiento de la cubierta, no es posible en las Cosmic Carbon. La pista de frenado recibe un tratamiento tratamiento iTgMax que refuerza la zona y mejora su resistencia al calor. Además, estas ruedas son tubelizables.
Trazar las curvas agarrado en la parte baja del manillar es como cortar mantequilla con un cuchillo. Es increíble la docilidad con la que la Aircode entra en las curvas y la facilidad que es enlazarlas. Puede que sea de las bicicletas con la que más me he divertido bajando. A esto ha ayudado, sin duda, que el perfil de las ruedas no es excesivo: 40 mm de carbono que a los que el aire no le hace mucha incidencia lateral.
En La Quebrantahuesos las bajadas son largas y hay tramos en los que llegué a alcanzar los 90 km/h con total seguridad. Llevando ahora neumáticos de 25 mm me entran escalofríos al recordar cómo en los años 90 bajábamos los puertos con gomas de 20 mm, y a veces hasta 19 mm… ¡y sin casco! Qué locos estábamos.
Hago varias jornadas de tiradas largas con la Aircode, también salidas con recorridos llenos de repechos… pero la prueba de fuego está en la Quebrantahuesos. 198 km con tres puertos de 1ª (Somport, Marie Blanque y Portalet), un 3ª (Hoz de Jaca) y, tras 175 km de falso llano de bajada, un repecho de poco más de un kilómetro que te deja contra las cuerdas si llegas con la reserva encendida. En mi caso, supe regular los cuatro puertos. Y todavía dejar un cuarto del depósito de gasolina.
Los últimos 20 km los hago agarrado en la parte baja del manillar y cazando grupos. No llevaba intención de bajar ningún tiempo, simplemente exprimir al máximo la Aircode, disfrutando con una bici ‘aero’ en una prueba en la que el ascenso es lo principal. Subiendo a ritmo y bajando con un una suavidad y estabilidad absoluta.
Componentes destacados del montaje de la Aircode SL 900 Ultimate
El grupo Dura-Ace Di2 R9150 funciona de maravilla, salvo que la unidad que yo llevaba debía haber sido modificada por algún probador anterior para que las coronas del 11 y 12 no entraran con el plato pequeño. Ya sé que son desarrollos poco efectivos y que muy pocas veces se llevan con el plato pequeño, pero te da por pensar y dices “llevo 2 platos y 11 coronas y sólo tengo 20 velocidades”.
El sillín, para más de uno, es una silla eléctrica. El fi’zi:k Arione R1 no es apto para todos los culos. Pero personalmente lo veo como la mejor opción de montaje en este tipo de bicicletas ya que hay ratos que vas centrado en el sillín apoyando totalmente los isquiones, pero también hay ratos en los que vas sentado en la punta y moviendo el máximo desarrollo posible. Este sillín es de los pocos que te lo permiten en esos momentos.
Otro de los toques de calidad de este montaje viene aportado por Zipp con su manillar Aero SL70 y la potencia SL Speed Carbon que, además de ligereza y presencia, dan una posición de ataque muy buena. Quizá la única pega del manillar seria con vistas al montaje de acoples para su uso en triatlón, pero por lo demás el agarre y el tacto con el carbono, te hacer sentir la bicicleta directamente.
Pese a no ser muy llamativa en cuanto al colorido (no como ocurre con sus hermanas réplica FDJ y versión Pinot), la peculiar forma del cuadro en el paso de la rueda trasera le hace fácilmente identificable. Además, el aspecto agresivo de su manillar Zipp Aero SL70, hace de imán en la parada ‘coffebike’, todo el mundo pone sus manos sobre él y adopta la postura agachándose. “¿No vas muy tumbado?” me preguntaron varios. Su geometría más baja y alargada a primera vista da esa sensación, pero para nada es una postura incómoda.
Conclusión
El nivel de exigencia de los franceses es muy alto. Muchos son los reyes que han pasado por la piedra y no se conforman con cualquier cosa. Y han sabido evolucionar la Aircode y ponerla al máximo nivel de exigencia de cualquier usuario. Aunque no sea francés.
Aerodinámicamente los resultados no serán muy diferentes de otras bicis ‘aero’, pero es en el manejo donde sí marca la diferencia. Adoptas una postura muy aerodinámica pero dentro de un rango de comodidad, con manejabilidad a alta velocidad y trazado en curvas ratoneras, bastante superior a otros modelos. La tija le da parte de ese plus de comodidad que supera en efectividad, con creces, al modelo predecesor.
El precio también es algo inferior si la comparamos con otras bicis ‘aero’ de igual montaje y similares características (6.999 € de PVP de tarifa ahora rebajada por Lapierre a 5.999 €). En definitiva, la Aircode SL 900 Ultimate está enfocada para aquellos que les guste ir rápido, pero que también no le eche para atrás una jornada de puertos donde, sin duda, las bajadas serán pura adrenalina.
Cosas de Familia Lapierre Aircode SL
La familia Aircode SL está formada por cuatro modelos diferentes, el SL 900, SL 800, SL 700 y SL 600. Además, del acabado SL 900 tope de gama encontramos tres versiones, la decoración base que puedes ver en esta prueba en color negro y gris, el acabado réplica de los colores del equipo FDJ del año pasado y la decoración que usó Thibaut Pinot en el Tour de 2017.
Lapierre Aircode SL 900 Ultimate – 5.999 €
Lapierre Aircode SL 900 Ultimate FDJ – 5.999 €
Lapierre Aircode SL 900 Ultimate Pinot – 5.999 €
Lapierre Aircode SL 800 Ultimate – 4.999 €
Lapierre Aircode SL 700 FDJ Ultimate – 4.299 €
Lapierre Aircode SL 600 – 2.999 €
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