CANNONDALE TOPSTONE CARBON LEFTY1

 

Test: Cannondale Topstone Carbon Lefty 1

Mejor y más lejos.

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Texto: Luis Miguel Del Cerro / Fotos: Javier Martínez



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Cannondale siempre nos lo pone difícil. Cada bici es un reto. Su obsesión por la innovación y su capacidad para forzar los límites de las categorías en el ciclismo hace que siempre tengamos que estar alerta. Esta Cannondale Topstone Carbon Lefty 1 es un ejemplo perfecto.
Cannondale Topstone Carbon Lefty 1
La combinación Lefty Oliver y Kingplin es clave en una bici como esta La Lefty Oliver Gen 2 tiene un funcionamiento absolutamente perfecto
El conjunto potencia-manillar HollowGram SAVE SystemBar es espectacular pero hubiéramos preferido un conjunto más convencional para tener más opciones de ajuste.

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Si eres de los que les gusta el orden y las categorías ya estarás tenso viendo su horquilla de suspensión delantera. Si eres de los que conoces bien la gama de Cannondale no podrás evitar pensar que estás ante la evolución de la Slate aunque su cuadro y su triángulo trasero te recuerdan a la Cannondale Topstone “sin Lefty”.

Bien, pues antes de empezar a hablar de lo que hemos sentido al pedalear sobre ella vamos a intentar rebajar el nivel de estrés respondiendo preguntas y aclarando conceptos.

La tercera Topstone

Sí, la Cannondale Topstone Carbon Lefty es el tercer peldaño de la escalera Topstone. Ahora mismo, Topstone engloba todas las opciones de gravel de Cannondale. Tenemos la Topstone “normal” con una concepción clásica, cuadro de aluminio y precios muy interesantes (ya probamos aquí mismo uno de sus modelos), la Cannondale Topstone Carbon que incluía como gran novedad el sistema Kingpin de “suspensión” trasera y la Topstone Carbon Lefty que es una evolución con el cuadro de la anterior y que se caracteriza por montar la segunda generación de la horquilla Lefty Oliver.

Cannondale Topstone Carbon Lefty 1

La Lefty Oliver es, sin duda, la gran protagonista de esta bici. Podríamos dedicar todo el test a hablar de ella y del concepto Lefty pero vamos a intentar “centrar el tiro”. Si no conoces el concepto Lefty, te diremos que lleva más de 20 años en el mercado, tiene una legión de seguidores y es, sin duda, uno de los sistema de suspensión delantera más refinados gracias a su sistema de rodamientos de aguja, su altísimo nivel de rigidez y una capacidad inimitable para leer las primeras y más sensibles impercepciones del terreno. Con el lanzamiento de la Lefty Ocho en 2018 se mejoró al máximo el concepto y, precísamente, la Lefty Oliver hereda su chasis y parte de su tecnología para desarrollar esta nueva generación de horquilla para gravel.

El segundo protagonista es el sistema Kingpin de “suspensión” trasera que conocimos cuando probamos la Cannondale Topstone Carbon. Las comillas vienen dadas porque a la hora de definir el sistema estoy completamente de acuerdo con mi compañero Antonio del Pino. No sería del todo riguroso denominar como “suspensión” a un sistema que no tiene un amortiguador, posibilidad de regulación, etc. En MTB este tipo de sistemas suelen denominarse “softail” pero, como también comentaba él, no se trata de entrar en debates filosóficos o conceptuales sino de saber cómo funciona. Y funciona bien, muy bien.

El Kingpin es una abolsuta genialidad a nivel técnico. Su “alma” es el pivote central (Pivot Lockr) que une mediante un eje pasante los tirantes del triángulo trasero al cuadro. Y además, lo hace en un punto muy concreto y estudiado para empujar y flexar el tubo consiguiendo parte de esos 30 mm de recorrido que nunca conseguirás medir de una forma objetiva. Digo “parte” porque hay una parte de esos milímetros de los que se ocupa la tija de sillín HollowGram SAVE. Y todo esto, sin afectar a la rigidez lateral, algo importante en cualquier bici, pero fundamental en una que puede tocar el asfalto.

Cannondale Topstone Carbon Lefty 1

Y vamos a por el  tercer protagonista de esta bici y esta historia. En realidad, protagonistas, porque hablaremos de las ruedas 650B (o 27,5). En España no estamos muy acostumbrados a esta medida para bicis gravel pero en Estados Unidos son conocidas y apreciadas. La principal ventaja de estas ruedas es que nos permiten tener más anchura de neumático y más balón sin tener que ampliar el paso de rueda de cuadros y horquillas. También se valora la mayor rigidez de este tipo de ruedas ya que son muchas las ruedas de 700C que no manejan con tanta soltura las tensiones que suponen neumáticos con anchos de, por ejemplo, 45.

Si eres observador y leíste el test de la Cannondale Topstone Carbon (sin Lefty) ya estarás pensando… ¡pero si esa bici llevaba ruedas de 700! Sí, y de hecho, esta también puede montarlas. Y ahora viene la inevitable pregunta, ¿y por qué no los monta?

Lo cierto es que la Lefty Oliver es un auténtico prodigio de versatilidad ya que puede montar ruedas de 650x47 y 700x45. La limitación está detrás ya que el triángulo trasero solo nos permite montar ruedas de 700 de hasta 40C. A partir de aquí, la apuesta de Cannondale por lanzar esta bici con ruedas de 650B tiene un punto más conceptual y también es una forma de diferenciar la gama. La Cannondale Topstone Carbon Lefty pretende ser una bici más enfocada a un gravel con un punto más polivalente y más adecuada para terrenos más bacheados e irregulares.

Cannondale Topstone Carbon Lefty 1
Cannondale Topstone Carbon Lefty 1

Que no, que no es una XC…

Doble suspensión, neumáticos más anchos… es inevitable. La Cannondale Topstone Lefty está destinada a rebatir cada día que no es una XC con manillar de carretera o que no es un híbrido entre dos categorías. En realidad, el problema no es suyo, es nuestro. Y cuando digo “nuestro” me refiero a los medios especializados y la cultura de la bici que tenemos en nuestro país. Vamos con el charco.

En España tendemos a decir “bicis de” en lugar de “bicis para”. Eso hace que cualquier bici que no cumpla unos determinados requisitos sea “castigada” de inmediato. Por ejemplo, una bici de gravel tiene que tener manillar de carretera, ruedas de 700C, neumáticos de no más de 40 y parecerse en lo posible a una bici de ciclocross (cuidado con tocar demasiado los ángulos).

Mientras que aquí mirábamos con cierta incredulidad una bici como la Cannondale Slate (que estrenó la primera generación de la Lefty Oliver) e intentábamos hacer algún chiste ocurrente sobre ella, Alison Tetrick ganaba el Dirty Kanza 200 con ella. Y no hay nada más gravel que el Dirty Kanza. Otro ejemplo de que la disciplina no tiene por qué definir la bici es Lael Wilcox a la que hemos visto hacer cientos de kilómetros diarios sobre una “canónica” Specialized Diverge pero también con una Epic HT o incluso una Fuse con ruedas 27.5+.

Volviendo a las Cannondale Topstone Carbon Lefty, un sistema que te da 30 mm de “suspensión” delantera y trasera está lejos de las capacidades de las bicis de XC actuales. Por otro lado, en gravel el optar por ruedas de más balón no quiere decir que apostemos por una bici que nos permita hacer cosas más cercanas al XC. De hecho, dependiendo del montaje de las ruedas, unas 700 nos darán más ventaja en según qué terreno que unas 650B. Lo que estas últimas aportan es una mayor seguridad pero, sobre todo, una brutal sensación de comodidad porque nos permiten trabajar con menos presiones sin perder tracción. Y eso, cuando haces más de cien kilómetros diarios con alforjas es esencial.

Nos ponemos en marcha: pista y asfalto

Toca dar pedales y con una bici que presume de versatilidad toca hacerlo en todo tipo de terrenos. Sigo las recomendaciones de mi buen compañero y amigo José Aranda y el primer día me busco una ruta que alterna carretera y algunas pistas sencillas. La idea es analizar algo que puede preocupar a cualquier ciclista que esté pensando en esta bici: la contaminación en el pedaleo por la suspensión. A fin de cuentas, una de las cosas que apreciamos los amantes del gravel es esa sensación de “transferencia” total de nuestro pedaleo en el terreno.

La Cannondale Topstone Lefty Carbon consigue pronto un buen ritmo sobre la pista. Aunque el diámetro final y real de una rueda de 650B con neumáticos generosos sea muy similar al de una rueda de 700C lo cierto es que las llantas más pequeñas contribuyen a tener una sensación de más reacción y aceleración. A partir de ahí, es fácil mantener un buen ritmo.

Cannondale Topstone Carbon Lefty 1

Aunque el terreno apenas tenga dificultad la Lefty Oliver hace su trabajo (ya os lo dijimos, la Lefty es una horquilla que es capaz de “leer” una moneda sobre el suelo) pero no hay oscilación perceptible. Lo mismo ocurre en la parte trasera, se nota que hay menos vibración y que el terreno parece más limpio de lo habitual, pero la contaminación al pedaleo o la sensación de “bamboleo” son imperceptibles.

Cuando toca subir las sensaciones se mantienen y no tengo la percepción de estar perdiendo vatios. De momento, el funcionamiento es absolutamente impecable.

Al final del día me toca una buena “tirada” por asfalto y aquí sí que percibo sus limitaciones. La Lefty Oliver no tiene la culpa. Aunque le falte “una pata” todo el mundo sabe que una Lefty tiene una rigidez espectacular y además tengo la opción de bloquearla. El problema aquí son los neumáticos. Podría parar y meter más presión pero ¡qué pereza! Se que al final me toca algo de pista y no soy de los que les guste andar haciendo “boxes” por la ruta. La verdad es que los neumáticos 650B de 47C parece que se pegan más de lo que quisiera. No es una mala sensación, pero si se nota la limitación y no puedes evitar pensar en unas ruedas de 700C con 40 de ancho. Pero no se puede tener todo en la vida y menos un coche neutro siguiéndote todo el día.

Cannondale Topstone Carbon Lefty 1
Cannondale Topstone Carbon Lefty 1

Vamos a ponernos exigentes

Sobresaliente en pista, notable raspado en asfalto. Vamos con el siguiente examen. Ahora toca pista “guerrera” y algún sendero. Este examen es importante porque podría decirse que esta Cannondale Topstone Carbon Lefty nació para ello.

Unos párrafos más atrás hablábamos del exceso de categorización que hacemos a la hora de hablar de bicis “para” gravel. Algo parecido ocurre con los terrenos “para” gravel. Tendemos a pensar que el gravel es cosa de pistas anchas que se pierden en el horizonte. Creemos que el gravel es vía pecuaria, caminos sencillos y desniveles asumibles. Pero no es así en todo el mundo y ni siquiera es así en todas las partes de España. Hay pistas en caminos que no llegan a la dificultad de lo que podríamos llamar MTB pero que son duros, más pedregosos, bacheados y son así durante muchísimos kilómetros. Hay rutas con desniveles espectaculares donde después de subidas muy duras y prolongadas toca bajar otro tanto por una pista rota. Pues bien, es ahí donde esta Cannondale Topstone Carbon Lefty debería doctorarse.

En esas subidas duras, largas y con un terreno roto la bici se agarra muy bien al suelo gracias a sus neumáticos WTB Venture TCS Light de 47 de ancho. Su taqueado ligero hace que apenas tengamos pérdidas de tracción. También en esta subida se agradecen los desarrollos de esta Lefty 1: 10-52 detrás (12 coronas) y 40 dientes delante.

Y también se agradece la combinación de suspensiones Lefty-Kingpin. La sensación de tracción es mayor y no tenemos “saltos” duros sobre el sillín cuando pasamos algún reguero o algún hueco en el terreno. Aquí nunca bloquees la Lefty Oliver porque sería como matar a un aliado en plena batalla: fuego amigo.

Cannondale Topstone Carbon Lefty 1

Con la subida terminada, las piernas rotas y los dos bidones de agua vacíos, toca bajar. Y empieza la fiesta. La Lefty Oliver es capaz de leer cualquier mínima imperfección del terreno, pero con sus 30 mm de recorrido también es capaz de absorber cosas un poco más grandes. Si combinamos esto con una rigidez y diseño que hace que “donde pongo el ojo pongo la rueda” la sensación de seguridad es espectacular. El ángulo de dirección de 71,2º y el avance de 55 mm de la horquilla también ayudan a la Lefty en su tarea.

No nos engañemos, las bajadas mínimamente complicadas no son el momento de mayor felicidad sobre una bici de gravel pero aquí la Cannondale Topstone Carbon Lefty nos permite ir más rápidos y más seguros. Y divertirnos.

¿Y en los senderos? Cuando el sendero está bien pisado y no es muy técnico la Topstone Carbon Lefty transmite agilidad e incluso más velocidad de la que llevamos. Si el sendero se complica mucho, el comportamiento no será infinitamente mejor que el de otras gravel en su misma situación. Y es que, por tener suspensión delantera y trasera y ruedas más anchas, una bici gravel no tiene por qué ser, a la vez, una bici de XC. Una vez que una bici de este tipo supera un determinado margen de dificultad técnica su eficacia tiende a igualarse con las demás de su categoría. Es cierto que con la Cannondale Topstone Carbon Lefty ese margen es algo mayor que el de otras bicis gravel por lo que puede aportar un plus de tranquilidad a quien la posee pero no es una “dos en uno”.

Cannondale Topstone Carbon Lefty 1
Cannondale Topstone Carbon Lefty 1

Mejor y más lejos

La Cannondale Topstone Carbon Lefty es un compendio de tecnología que tiene como objetivo que lleguemos más lejos y que lo hagamos mejor. Iremos más cómodos, más seguros en cualquier tipo de terreno y con la sensación de que tendremos algo más de margen si el terreno se complica. Y, por si no ha quedado claro, es una auténtica bici para gravel aunque lleve más cosas de las que los más puristas están dispuestos a aceptar.

Una vez más, Cannondale ha vuelto a superar ese objetivo que se autoimpone cada temporada. Innovar, inventar, mejorar y romper los clichés y las categorías. Esta Cannondale Topstone Carbon Lefty es una bici que nos obliga a respirar hondo antes de montar, a investigar antes de escribir… Es una auténtica y pura Cannondale.

Cannondale Topstone Carbon Lefty 1

Cosas de familia

Al analizar la familia de la Cannondale Topstone Carbon Lefty 1 tenemos la tentación de incluir también los modelos de la Topstone Carbon “sin Lefty” ya que comparten cuadro y geometría, pero vamos a intentar centrarnos en los modelos “doble suspensión”. En ese sentido la gama se reduce a tres modelos. Al “tope de gama” que hemos probado (Lefty 1) se añade la Lefty 3 y la Lefty 3 específica para las mujeres ciclistas.

La Lefty 3 monta grupo GRX con todo lo bueno que ello significa (sobre todo en frenos) pero tiene unos desarrollos un poco “cortos” si tienes pensado enfrentarte a rutas con mucho desnivel (11-42 detrás y un plato de 40 dientes). Puede que te interese cambiar de plato o, si no tienes problemas de presupuesto, irte directamente a por la Lefty 1. En todo caso, debes tener en cuenta que la Lefty 3 utiliza la Lefty Oliver de aluminio (270 gramos más pesada que el modelo de carbono que monta la Lefty 3).

DETALLES DE LA BICI

Cannondale Topstone Carbon Lefty 1

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Cannondale Topstone Carbon Lefty 1

Cannondale Topstone Carbon Lefty 1

Cannondale Topstone Carbon Lefty 1

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Precio

7.499€

Peso

9.95 kg

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